El Ferrari Mondial T Cabrio de 1991 es uno de los modelos más interesantes y subestimados de la historia moderna de Ferrari. Diseñado para ofrecer una experiencia de conducción auténticamente Ferrari pero con un enfoque más práctico y versátil, el Mondial T representó la culminación técnica de la familia Mondial, introduciendo importantes avances mecánicos y estéticos que marcaron la evolución de la marca en los años noventa.

El motor era un V8 de 3.405 cc, derivado del utilizado en el 348, montado en posición central trasera longitudinal —de ahí la “T” en su nombre, que alude a la disposición transversal del cambio respecto al motor—. Desarrollaba 300 CV a 7.200 rpm, lo que le permitía alcanzar los 255 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 6 segundos. Su transmisión manual de cinco velocidades y su sofisticada suspensión independiente controlada electrónicamente lo situaban en la vanguardia tecnológica de su época.

El diseño, firmado por Pininfarina, combinaba elegancia y equilibrio. La versión Cabrio ofrecía un techo de lona plegable perfectamente integrado, que permitía disfrutar del rugido del V8 a cielo abierto. Su carrocería fluida y musculosa mantenía las proporciones clásicas de Ferrari, mientras que el interior, más espacioso que en otros modelos de la marca, permitía acomodar a cuatro ocupantes en un ambiente de cuero y lujo artesanal.

El Mondial T Cabrio fue también uno de los primeros Ferrari con servodirección y ABS, adelantándose a su tiempo en materia de confort y seguridad.

Hoy, el Ferrari Mondial T Cabrio (1991) es un clásico en pleno proceso de revalorización. Combina el espíritu deportivo de Maranello con la practicidad de un 2+2 descapotable, ofreciendo una experiencia de conducción pura, elegante y apasionada. Es, en definitiva, un Ferrari para disfrutar tanto con la razón como con el corazón.