El SAVA J4 de 1976 es uno de los vehículos comerciales más emblemáticos de la historia del transporte español. Fabricado por la empresa SAVA (Sociedad Anónima de Vehículos Automóviles) en Valladolid, el J4 fue la versión nacional del Morris Commercial J4, producido bajo licencia británica de la British Motor Corporation (BMC). Durante años, este furgón fue un elemento cotidiano en las calles españolas, utilizado por servicios públicos, repartidores y pequeños empresarios.

El modelo montaba un motor de cuatro cilindros y 1.622 cc, con una potencia de unos 49 CV, suficiente para alcanzar velocidades de entre 90 y 100 km/h. Su tracción delantera y su carrocería compacta lo hacían muy manejable, ideal para moverse por entornos urbanos y rurales por igual. El cambio manual de cuatro velocidades y su mecánica sencilla lo convirtieron en un vehículo fácil de mantener, un factor clave en su éxito.

El SAVA J4 se ofrecía en varias configuraciones: furgón cerrado, minibus, versión mixta o incluso ambulancia. Su diseño, de líneas cuadradas y prácticas, priorizaba el espacio de carga y la funcionalidad sobre la estética. A pesar de su aspecto austero, el interior era robusto y bien construido, con una posición de conducción elevada que proporcionaba gran visibilidad.

Durante los años setenta, el J4 fue utilizado por Correos, Telefónica, la Policía Armada y numerosos talleres y comercios. Su fiabilidad y bajo coste operativo le otorgaron un lugar privilegiado en el tejido económico del país.

Hoy, el SAVA J4 (1976) es un símbolo de la España trabajadora y un clásico industrial muy apreciado por los aficionados a los vehículos históricos. Restaurar uno es rendir homenaje a una época en la que el ingenio y la durabilidad eran los pilares del progreso sobre ruedas.