El Mercedes-Benz 280 SL W107 de 1979 es un auténtico icono del lujo y la ingeniería alemana. Perteneciente a la legendaria serie R107, producida entre 1971 y 1989, este modelo se consolidó como uno de los roadsters más duraderos, refinados y exitosos jamás construidos por Mercedes. Su combinación de potencia, elegancia y fiabilidad lo convirtió en el descapotable preferido de empresarios, celebridades y amantes de la conducción refinada en todo el mundo.
El 280 SL montaba un motor seis cilindros en línea de 2.746 cc, capaz de desarrollar 185 CV y alcanzar una velocidad máxima cercana a los 210 km/h. Su caja de cambios podía ser manual o automática, ambas con un funcionamiento ejemplarmente suave. La tracción trasera, la suspensión independiente en las cuatro ruedas y el característico chasis rígido de Mercedes garantizaban una estabilidad y un confort de marcha inigualables para su época.
El diseño del W107, obra del departamento de estilo de Stuttgart, reflejaba el equilibrio perfecto entre deportividad y elegancia: líneas rectas, proporciones armónicas y un inconfundible frontal con la gran estrella cromada. Su interior, de alta calidad, combinaba cuero, madera noble y una instrumentación precisa. El modelo ofrecía techo duro desmontable y capota de lona plegable, lo que le valió el apodo de Pagoda por su silueta característica.
El Mercedes 280 SL fue un vehículo adelantado a su tiempo en seguridad y confort, con frenos de disco, dirección asistida y un sistema eléctrico fiable y robusto.
Hoy, el 280 SL W107 es un clásico de culto. Representa la filosofía de Mercedes-Benz en su máxima expresión: ingeniería sólida, diseño atemporal y placer de conducción sin concesiones. Restaurado o conservado, sigue siendo sinónimo de distinción, equilibrio y excelencia automovilística.

