Renault BK – Una joya de la Belle Époque sobre ruedas
El Renault BK es uno de los automóviles más representativos de la primera década del siglo XX, una época en la que los coches todavía eran un lujo reservado a unos pocos y se fabricaban prácticamente a mano. Este modelo, producido alrededor de 1909, es un testimonio excepcional de los primeros pasos de la industria del automóvil y del espíritu pionero de Renault.
Con su carrocería de tipo landaulet o berlina cerrada, el Renault BK ofrecía una experiencia de transporte que recordaba aún a los carruajes de caballos, pero impulsada por un motor de combustión interna. Su diseño frontal, con un capó en forma de pico y radiador elevado, es característico de los Renault de la época, fácilmente reconocible por su elegancia y solidez.
Los faros de acetileno, los pilotos de posición de aceite en los laterales, y los guardabarros metálicos remachados son auténticos elementos de época que aportan un enorme valor histórico al vehículo. La presencia de una bocina manual, los asientos de cuero capitoné, y el volante delgado de grandes dimensiones reflejan el carácter artesanal y detallista de su fabricación.
En cuanto a la mecánica, el Renault BK montaba un motor de 4 cilindros, de entre 2.0 y 2.4 litros según versiones, con tracción trasera y cambio manual de 3 marchas. No tenía arranque eléctrico, por lo que debía ponerse en marcha a manivela. La suspensión era por ballestas, y los frenos actuaban solo sobre el eje trasero, como era habitual en la época.
Este ejemplar, con matrícula histórica B-684, conserva intacta su presencia imponente y su estructura original, y ha sido cuidadosamente conservado para mantener su autenticidad. Más que un vehículo, es un verdadero testimonio del nacimiento del automóvil moderno, y una pieza de museo viva que nos transporta directamente a los primeros días del siglo XX.