El Alfa Romeo Giulietta Sprint Prima Serie de 1955 es un auténtico icono del automovilismo italiano y uno de los modelos que marcó el resurgir de Alfa Romeo tras la Segunda Guerra Mundial. Este elegante coupé fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1954 y rápidamente se convirtió en un éxito tanto por su diseño como por sus prestaciones. Su llegada simbolizó el inicio de una nueva era para Alfa Romeo, donde la deportividad se unía al estilo y la sofisticación.
Diseñado por Franco Scaglione para el prestigioso carrocero Bertone, el Giulietta Sprint destacaba por sus líneas suaves, proporciones equilibradas y una aerodinámica que lo hacía visualmente ligero y ágil. Bajo el capó montaba un motor de cuatro cilindros en línea y 1.290 cc, con doble árbol de levas y una potencia de 65 CV, capaz de alcanzar velocidades cercanas a los 160 km/h. Era una cifra sobresaliente para un coche de su tamaño y categoría en los años cincuenta.
La Primera Serie (Prima Serie) se distingue por detalles únicos, como el interior clásico con tablero metálico, los asientos de diseño deportivo y los acabados cromados de gran calidad. Este modelo combinaba una excelente maniobrabilidad con un comportamiento dinámico superior, lo que lo hizo muy apreciado tanto por conductores apasionados como por pilotos en pruebas de carretera.
El Giulietta Sprint encarnaba la esencia del “made in Italy”: belleza, pasión y precisión técnica. Supuso la base de futuras generaciones de deportivos Alfa Romeo, consolidando la reputación de la marca como creadora de coches con alma.
Hoy, el Giulietta Sprint Prima Serie es una joya del coleccionismo mundial. Su diseño atemporal, su motor brillante y su herencia deportiva lo convierten en uno de los coupés más admirados del siglo XX, símbolo eterno del arte automovilístico italiano.










