El Biscuter Voisin de 1958 representa la madurez de un vehículo que marcó una época. Surgido en un momento de escasez económica y recursos limitados, el Biscuter se convirtió en una solución de movilidad popular para miles de españoles. Fabricado por Autonacional S.A. en Barcelona bajo licencia del diseñador francés Gabriel Voisin, este microcoche simbolizó la creatividad y la resiliencia de una sociedad que comenzaba a mirar hacia el futuro.
El modelo de 1958 introdujo pequeñas mejoras respecto a las primeras versiones, tanto en estética como en funcionalidad. Mantenía su estructura ligera de aluminio y su característico motor monocilíndrico Hispano-Villiers de 197 cc, con unos 9 CV de potencia, suficiente para alcanzar entre 70 y 80 km/h. Su sencillez mecánica, su bajo consumo y su mantenimiento mínimo lo hacían ideal para el entorno urbano. Además, su pequeño tamaño le permitía moverse por las calles estrechas de las ciudades españolas de la época con gran facilidad.
El Biscuter 1958 también destacó por ofrecer versiones más refinadas, como la Biscuter Pegasín, inspirada en los deportivos de lujo, o modelos cerrados con puertas laterales, lo que lo hacía más cómodo y seguro. Estos detalles lo convirtieron en un coche con un toque aspiracional, a pesar de su origen humilde.
Aunque su producción comenzó a declinar con la llegada del SEAT 600, el Biscuter dejó una huella imborrable en la historia automovilística española. Hoy, es considerado un testimonio de ingenio nacional, símbolo de una generación que encontró en este pequeño coche la libertad de desplazarse. Restaurado o conservado, el Biscuter Voisin de 1958 sigue despertando admiración por su sencillez, su encanto y el espíritu de superación que encarna.

