El Ferrari 365 GT4 de 1974 es un ejemplo perfecto de la elegancia y el refinamiento mecánico que caracterizaron a Ferrari en los años setenta. Este modelo, diseñado por Pininfarina y construido en la fábrica de Maranello, combinaba la potencia bruta de un motor V12 con el confort y la practicidad de una gran berlina deportiva. Era un coche pensado para los clientes que deseaban disfrutar del rendimiento Ferrari, pero con un estilo más discreto y sofisticado.
El corazón del 365 GT4 era un motor V12 de 4.390 cc, derivado de los grandes deportivos de la marca, capaz de desarrollar 340 CV a 7.000 rpm. Asociado a una transmisión manual de cinco velocidades y tracción trasera, ofrecía una velocidad máxima superior a los 245 km/h, cifras extraordinarias para una berlina 2+2 de su tiempo. Su estructura tubular de acero y su suspensión independiente en las cuatro ruedas le proporcionaban un comportamiento equilibrado, combinando comodidad y precisión.
El diseño, firmado por Leonardo Fioravanti para Pininfarina, presentaba líneas limpias, faros retráctiles y un perfil bajo y anguloso, preludio del estilo que Ferrari adoptaría en los años siguientes. El interior era lujoso y funcional, con cuero de alta calidad, instrumentación completa y espacio suficiente para cuatro pasajeros, algo poco habitual en un coche con prestaciones de superdeportivo.
El 365 GT4 fue producido en números muy limitados, lo que lo hace especialmente valioso hoy en día. Su equilibrio entre potencia, elegancia y exclusividad lo convierte en uno de los Ferrari más subestimados y, al mismo tiempo, más auténticos de su era.
Hoy, el Ferrari 365 GT4 (1974) es una joya del coleccionismo. Representa el punto medio perfecto entre la tradición artesanal de Ferrari y la modernidad técnica que definiría a la marca en décadas posteriores: un automóvil que respira clase, carácter y pura pasión italiana.

